No debes tener miedo a reparar tú mismo ese dichoso grifo que gotea o a cambiar un grifo o a instalar un reductor de consumo. Pero eso sí, hazlo paso a paso, informándote, con buenas herramientas y repuestos.
No improvises y no tengas prisa. Y si es necesario, apóyate en alguien que te pueda ayudar.
Y si te faltan repuestos, herramientas o buscas un nuevo grifo, pero cerca no tienes una ferretería o gran superficie, prueba a buscar en Amazon haciendo clic aquí.
¿Cansado del molesto goteo de tu grifo? ¿Sientes que estás pagando por agua que no consumes? (¡Más en estos tiempos donde los servicios públicos están por las nubes!)
¿Te da pánico llamar a un fontanero y pagar una fortuna por una simple reparación?
No temas, después de leer este manual de supervivencia te acabarás convirtiendo en un intrépido fontanero.
Hoy te vamos a guiar en el apasionante viaje de convertirte en un McGyver de la fontanería (o al menos en un experto en arreglar grifos que gotean).
Primer paso: el diagnóstico
Antes de convertirte en el nuevo Aquaman del bricolaje, es fundamental que identifiques la causa del goteo.
Y como siempre empezamos por los posibles escenarios frente a los que te puedes encontrar.
Posibles escenarios:
- Goteo por la junta tórica: La junta tórica es una pequeña pieza de goma que se encarga de sellar el grifo. Si está desgastada o dañada, puede provocar un goteo. Es uno de los motivos más habituales así que es lo primero que debes revisar.
- Goteo por el cartucho: El cartucho es el componente que controla el flujo de agua del grifo. Si está desgastado o dañado, también puede provocar un goteo. Suele darse de vez en cuando, sobre todo cuando el grifo ya tiene algunos años y nunca has cambiado esta pieza.
- Goteo por la llave de paso: La llave de paso es la válvula que permite abrir y cerrar el paso del agua al grifo. Si está desgastada o dañada, también puede provocar un goteo, aunque si el grifo está perfecto no debería pasar. Si el problema es la llave de paso quizás lo que ocurre es que tengas demasiada presión de agua en tu hogar y necesitarás instalar un reductor de presión.
Segundo paso: la búsqueda del tesoro fontanero
Para convertirte en el rey de los grifos, necesitarás algunas herramientas y materiales. Los puedes encontrar en tu ferretería de barrio, en tu gran superficie favorita o incluso en Amazon.
Lista de la compra:
- Llaves inglesas: De diferentes tamaños para ajustar las tuercas y tornillos del grifo. Indispensables en reparaciones y chapuzas de fontanería.
- Destornillador: Para desatornillar las piezas del grifo. Sobre todo si tienes que cambiar el cartucho.
- Alicates: Para sujetar y cortar piezas pequeñas. Puede, además, que necesites sujetar una pieza para aflojarla con la llave inglesa. Ten cuidado que se cierren de golpe y te pillen un trozo de piel.
- Cinta de teflón: Para sellar las conexiones y evitar fugas. Especialmente cuando tengas que conectar la llave a los conductos de agua fría y caliente.
- Junta tórica o cartucho nuevo: Si la causa del goteo es una de estas piezas, necesitarás reemplazarla. Es conveniente tener en casa grifos que usen repuestos estándares y tener algunos de estos repuestos siempre disponibles. O una ferretería de barrio de las que abren los fines de semana, que es cuando habitualmente se rompen las cosas en casa. ¡Maldita sea!
Tercer paso: la preparación
Antes de empezar a arreglar el grifo, es fundamental tomar algunas medidas de precaución.
Consejos indispensables para Aquamanes de la fontanería:
- Cierra el paso del agua al grifo. Busca la llave de paso y gírala hasta que quede en posición cerrada.
- Abre el grifo para que salga el agua que queda en las tuberías.
- Coloca un trapo debajo del grifo para recoger el agua que pueda gotear durante la reparación.
- Si hay conexiones eléctricas cerca puede ser recomendable bajar el interruptor general y evitar disgustos, especialmente si tienes tendencia a accidentes por ser manazas.
Cuarto paso: ¡a arreglar el grifo!
Llega el momento de poner en práctica tus habilidades de fontanero. Sigue estos pasos con cuidado:
- Identifica la causa del goteo: Sigue los pasos del primer punto para determinar qué pieza está causando el problema.
- Reemplaza la junta tórica o el cartucho: Si la causa del goteo es una de estas piezas, sigue las instrucciones del fabricante para reemplazarla.
- Ajusta las tuercas y tornillos: Si el goteo es leve, puede ser debido a una tuerca o tornillo flojo. Esto ocurre con bastante frecuencia y es debido al uso continuo abriendo y cerrando. Ajusta las tuercas y tornillos con las llaves inglesas o el destornillador.
- Aplica cinta de teflón: En las conexiones roscadas, aplica cinta de teflón para sellarlas y evitar fugas si fuera el caso. Las conexiones deben roscarse correctamente y estar bien apretadas, pero sin destruir la rosca (¡ojo a los Hulk de la fontanería!).
- Abre el paso del agua y comprueba que no haya fugas: Abre la llave de paso y abre el grifo. Observa si hay fugas en las conexiones. Si hay fugas, vuelve a ajustar las tuercas y tornillos o aplica más cinta de teflón. Puede ser conveniente que haya una persona junto a la llave mientras otra abre, poco a poco, y así pueda ser avisada para cerrar inmediatamente si la cosa no quedó bien y empieza a salpicar agua por todos lados.
Quinto paso: ¡celebra tu victoria!
¡Felicidades! Has arreglado el grifo que goteaba sin necesidad de llamar a un fontanero.
Sabemos que siempre acabamos de la misma manera pero para una persona con miedo a hacer sus propias reparaciones o que resulta ser algo torpe, conseguir hacer tu primera reparación genera una satisfacción gigantesca.
¡Permítete celebrarlo!
Ahora puedes disfrutar de un grifo sin fugas y presumir de tus habilidades de bricolaje con tus amigos.
Y recuerda, si el goteo persiste, no te preocupes, siempre puedes decir que tu grifo tiene un alma artística y le gusta cantar bajo la lluvia.
Bonus track para vanidosos y vanidosas:
Comparte fotos de tu hazaña en las redes sociales y presume de tu trabajo.
Si te animas, puedes arreglar los grifos de toda tu casa para ahorrar agua instalando reguladores que mezclan la salida de agua con aire y reducen a la mitad el consumo.
También te puedes animar a instalar pequeñas depuradoras par eliminar cal e impurezas habituales en el agua. Porque sí, incluso en el agua potable las hay y algunas no son muy convenientes para según ciertos problemas de salud.
Arreglar un grifo que gotea es una tarea sencilla que puede ayudarte a sentirte más seguro en tu hogar. Entre otras cosas porque no mola nada, pero nada, levantarte a media noche y darte cuenta que vives en una piscina.
¡Hasta la próxima aventura fontanera!
Recuerda: La clave del éxito al arreglar un grifo que gotea es la paciencia, la precaución y la capacidad de reírse de los errores. No te desanimes si la primera vez no lo consigues, lo importante es que te diviertas en el proceso.
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