Si vas a cambiar una bombilla aprovecha y sustitúyela por una de bajo consumo o una bombilla tipo led.
¿Sabías que existe la luz cálida, neutra y fría o blanca? Cada luz te aporta unos beneficios u otros.
Haz la prueba en tu hogar y elige la que mejor se adapte a ti.
Si no tienes dónde conseguir bombillas tipo led o de bajo consumo puedes probar a buscar en Amazon.
¿Te enfrentas al temible, horrible y odioso reto de cambiar una bombilla? ¿Le tienes miedo a la electricidad? ¿Sueñas con morir electrocutado? ¿Sientes un escalofrío recorrer tu cuerpo al pensar en la posibilidad de recibir una descarga eléctrica?
Entonces mejor llama a alguien que te ayude porque...
¡Nooo! ¡No temas!
Porque este manual de supervivencia te guiará en el apasionante viaje de convertirte en un cambia bombillas sin miedo (o al menos en un experto en evitar electrocuciones).
¡Y sin necesidad de ser un profesional de las reformas o la electricidad!
Primer paso: el autoconocimiento
Antes de convertirte en el nuevo Nikola Tesla del bricolaje, es fundamental que reconozcas tu nivel de torpeza.
Posibles escenarios:
- Si eres un manitas nato: Este cambio de bombilla será pan comido para ti. Incluso podrías hacerlo con los ojos vendados y cantando una canción. Este manual no te aportará nada, pero puedes seguir leyéndolo para echarte unas risas.
- Si eres torpe con las herramientas: No te preocupes, con paciencia y esta guía podrás cambiar la bombilla sin convertirte en un meme de internet. Léela despacio, un par de veces, asegúrate de comprender todos los pasos y luego, sin miedo, al lío.
Segundo paso: la búsqueda del tesoro eléctrico
Para convertirte en el rey de las bombillas, necesitarás algunos elementos imprescindibles. Una visita a tu vecino, la ferretería del barrio, la gran superficie de referencia (pero sin peleas en el supermercado) o incluso Amazon resolverá este problema.
Empieza siempre por la visita a tu vecino si te falta algo. Nada mejor que molestarlo pidiéndole sal o una escalera.
Lista de la compra:
- Bombilla nueva: Asegúrate de que sea del mismo tipo y potencia que la bombilla que vas a reemplazar. Hoy en día puedes reemplazar tus viejas bombillas por bombillas led que van a bajar el consumo en la factura de la luz.
Si cambias una sola no lo notarás pero cuando cambies toda la iluminación de tu hogar sí que lo notarás. Por cierto, las bombillas led no generan calor. Y es algo que se nota en zonas donde el frío es la norma. Ese ligero calor de los 40 o 60 watios se echan de menos.
Parece una tontería pero ya te acordarás de nosotros.
- Escalera: Si la bombilla está en un lugar alto, necesitarás una escalera estable para acceder a ella. No intentes convertirte en Spiderman trepando por las paredes. Lo normal es que te valga con una buena silla, robusta, o una pequeña escalera de 3 peldaños.
Pero en las casas más antiguas los techos pueden estar muy altos y quizás necesites una escalera de aluminio de 5 peldaños. Ahora bien, ni se te ocurra apilar cosas. No hagas como en los chistes, no pongas una silla encima de una mesa.
Por favor, no lo hagas.
- Guantes: Para proteger tus manos de posibles cortes o quemaduras. Unos guantes de gomas como los de fregar, por ejemplo, podrían venir bien. Pero secos, alma de cántaro, que estén secos.
Los guantes de goma hacen de aislante y, si se rompe la bombilla por la base y la tienes que sacarla con cuidado, evitarás cortes. ¡Ojo con los guantes de goma si la bombilla estaba encendida y está caliente!
- Paño o trapo: Para limpiar la bombilla vieja y evitar que se caigan pedazos de cristal. Pero también para desenroscar la bombilla cuando está caliente. Por favor, el paño seco. No lo mojes por muy buena idea que te parezca.
Si la bombilla está tan caliente que un paño no es suficiente, puedes doblarlo en dos y probar de esa manera. O esperar a que se enfríe la bombilla, así de simple.
Tercer paso: la preparación
Antes de empezar a cambiar la bombilla es fundamental tomar algunas medidas de seguridad.
Y aquí sí que nos pondremos serios.
La mayor parte de los accidentes suceden por dejadez y exceso de confianza.
En el bricolaje y las pequeñas chapuzas de hogar es conveniente tener siempre la precaución de tomar medidas de seguridad, especialmente si la electricidad, el gas u otro elemento que pueda provocar un accidente grave está por medio.
Consejos:
- Apaga el interruptor de la luz. Si no sabes cuál es, mejor apaga el interruptor general de la casa. No te arriesgues a convertirte en un experimento científico.
Cambiar una bombilla, de manera segura, solo le costará al niño estar sin Play unos 10 minutos. No se acaba el mundo. Baja el interruptor general si no tienes garantía que apagando la luz de la habitación ya estás seguro.
- Deja que la bombilla vieja se enfríe. Si la bombilla ha estado encendida durante un tiempo, estará caliente y podrías quemarte. Si es una bombilla led no se habrá calentado tanto. Pero las viejas bombillas sí que se calientan.
Un trapo puede servirte para este caso, pero no un guante de goma que puede verse afectado por el calor y no solo provocarte quemaduras sino quedarse pegado a tus manos, el guante. Una bombilla de 60 watios se enfría en unos 5 o 10 minutos. Todo dependerá de la temperatura ambiente.
- Coloca la escalera en una superficie firme y nivelada. No intentes cambiar la bombilla desde una posición inestable. La seguridad es lo primero, incluso para los más torpes.
Lo normal, en un hogar, es que tengas que cambiar una bombilla de un cuarto y el piso esté nivelado. Pero si es un garaje, un trastero o un lugar con una superficie irregular, lo primero es asegurarte que no vas a bailar el hula hoop sobre la escalera.
Tampoco pongas la escalera sobre cajas o mesas. Ni pongas una silla sobre una mesa ni apiles cajas ni hagas inventos raros. Busca una buena escalera. Y si usas una silla, puesta en el suelo y que sea robusta, que no se vaya a espatarrar con tu peso.
Cuarto paso: ¡a cambiar la bombilla!
Llega el momento de poner en práctica tus habilidades de electricista. Sigue estos pasos con cuidado:
- Sube a la escalera con cuidado y sujeta el pasamanos para mantenerte estable. Recuerda que no estás en un concurso de acrobacias.
- Sostén la bombilla vieja con el paño o trapo y gira en sentido contrario a las agujas del reloj para desenroscarla. Si la bombilla está atascada, no fuerces demasiado, podrías romperla.
- Si la rompes puedes sacar la base con unos alicates trincando la base metálica. Usa unos alicates con mangos de plástico o goma para aislarte de la electricidad, por si acaso, incluso si has bajado el interruptor.
- Retira la bombilla vieja con cuidado y deposita en un contenedor adecuado. No la tires a la basura normal, las bombillas contienen materiales que deben reciclarse. ¿Oíste? No la tires a la basura, deposítala en un contenedor especial. Haz algo por el mundo.
- Coge la bombilla nueva y enróscala en el casquillo en sentido de las agujas del reloj hasta que quede bien fijada. No la aprietes demasiado, podrías romperla.
- Baja de la escalera con cuidado y enciende el interruptor de la luz para comprobar que la bombilla funciona. Si no funciona, asegúrate de que la has enroscado correctamente o prueba con otra bombilla.
Quinto paso: ¡celebra tu victoria!
¡Felicidades!
¡Has cambiado una bombilla sin electrocutarte!
Ahora puedes disfrutar de la luz en tu hogar y presumir de tus habilidades de bricolaje con tus amigos.
Y recuerda, si la bombilla no funciona a la primera, no te preocupes, siempre puedes decir que es una bombilla de Schrödinger, puede que se encienda, puede que no, pero no lo sabrás hasta darle al interruptor.
Bonus track para melómanos de la electricidad:
- Comparte fotos de tu hazaña en las redes sociales y presume de tu trabajo. ¡Manda a la porra a quienes les parezca mal que celebres tus éxitos!
- Si te animas, puedes cambiar las bombillas de toda tu casa para ahorrar energía usando bombillas led.
Recuerda que cambiar una bombilla es una tarea sencilla que puede ayudarte a sentirte más seguro en tu hogar.
- Una casa oscura te afecta anímicamente. Una habitación sin luz y con muebles oscuros y una decoración opresiva te hará sentirte de la misma manera.
- En un espacio sin luz no puedes leer cómodamente, pintar acuarelas o practicar la mayor parte de los hobbies que te puedas imaginar.
- Ni hacer ejercicio como montar en una bicicleta estática. Ni cocinar. Solo hay una cosa que puedes hacer con poca luz.
Y lo sabes.
¡Hasta la próxima aventura eléctrica!
Recuerda: La clave del éxito al cambiar una bombilla es la paciencia, la precaución y la capacidad de reírse de los errores. No te desanimes si la primera vez no lo consigues, lo importante es que te diviertas en el proceso y disfrutes de la luz al final.
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