¡Bienvenido al fascinante mundo del bricolaje!
Un universo donde puedes convertirte en un héroe del hogar o, en el peor de los casos, en un meme viral. De ahí que la primera recomendación es que si no estás seguro del resultado de una chapuza, entonces... ¡no permitas que te graben!
Pero no te preocupes, nosotros te guiaremos en este viaje con humor, para que puedas afrontar cualquier percance con una sonrisa (y un martillo en la mano). Porque el bricolaje no es solo ahorrarte unos dolares. Es también divertirte y tener la satisfacción de hacerlo por ti mismo.
Empecemos por lo básico: tu caja de herramientas
Las herramientas imprescindibles:
Olvídate de maletas de lujo con herramientas de precisión. Para empezar, solo necesitas algunos elementos básicos que te sacarán de más de un apuro.
Con el siguiente listado de herramientas vas a poder resolver la inmensa mayoría de las catástrofes que se producen en tu hogar. Todas ellas son asequibles a la mayoría de los bolsillos. Todas ellas las puedes conseguir de segunda mano o, incluso, te las pueden regalar o las puedes heredar del abuelo.
¡Empecemos!
(Coge papel y lápiz y ve apuntando qué tienes y qué no. Y el estado en qué está la herramienta. Así podrás hacer una lista de la compra eficiente en vez de comprar por impulso. ¡Nunca compres herramientas por impulso! Si no las usas, has tirado el dinero.)
- Martillo: Tu fiel compañero para clavar, golpear y, en caso de emergencia, abrir nueces. Busca uno de tamaño mediano y con un mango cómodo.
Un martillo muy grande es algo engorroso de manejar, vas a producir más destrozos y accidentes que otra cosa y ocupa demasiado espacio. Un martillo pequeño solo es útil para personas que hacen trabajos finos y básicamente solo se usa en ambientes profesionales.
- Destornillador: Indispensable para tornillos de todos los tamaños. Un destornillador Phillips (de estrella, para el común de los mortales) y uno plano te cubrirán en la mayoría de las situaciones.
No muy pequeño, no muy grande. El que más vas a usar tiene un tamaño intermedio. Al final tendrás en tu caja de herramientas al menos 2 cuando no 3 destornilladores.
Básicamente porque las pilas de los juguetes no vas a poder cambiarlas con un destornillador grande o mediano. Y los tornillos de una balda no los vas a poder apretar con un destornillador pequeño. Decimos pequeño, mediano y grande para no liarte con medidas exactas.
- Alicates: Útiles para sujetar, cortar y doblar cables, alambres y otras pequeñas piezas. Un tamaño mediano será suficiente.
En esto no hay discusión. Unos alicates que sean fáciles de manejar, que corten y pelen cables de manera adecuada, que te ayude a sujetar piezas que resultan imposibles de sujetar con las manos.
Si tienes que comprarlo nuevo, invierte en unos buenos alicates para que no tengas que gastar dos veces.
- Llaves inglesas: Perfectas para ajustar tuercas y tornillos de diferentes tamaños.
También puedes tener un juego básico de tres o cuatro llaves fijas combinadas que te dará la flexibilidad que necesitas pero estarás limitado a las medidas que dispongas.
Dará la casualidad que la tuerca que tienes que aflojar o apretar es precisamente del diámetro que no tienes. Por eso una llave inglesa es, al principio, mucho más útil.
- Cinta métrica: Imprescindible para medir con precisión antes de taladrar, cortar o colocar cualquier cosa. Busca una de 5 metros, que te dará bastante margen.
Con esta medida tendrás de sobra en cualquier hogar. Si tienes que medir distancias mayores lo vas haciendo por partes, marcando bien donde has terminado con el 5 para volver a empezar a contar.
En todo caso cintas métricas de menos de 3 metros prácticamente solo se usan en profesiones artesanales que fabrican objetos pequeños, como la costura o la ebanistería.
- Tijeras: Un clásico que no puede faltar en ninguna caja de herramientas. Te servirán para cortar desde cables hasta cartón o tela.
No hablamos de tijeras de papel. Ni siquiera de tijeras de costura. Si no de tijeras de ferretería. Son un poco más grandes y fuertes, capaces de cortar cables, cartón, tela o incluso láminas metálicas finas.
No pongas tijeras de papel en tu caja de herramienta, insistimos. No te vas a durar ni dos usos.
- Nivel: Fundamental para asegurarte de que tus estantes, cuadros o cualquier otra cosa que cuelgues quede perfectamente horizontal.
Aunque básicamente lo usarás cuando estés colocando muebles, estanterías, cuadros o electrodomésticos que van en el suelo, lo vas a echar en falta cuando lo necesites. Y realmente cuestan muy poco los más básicos, haciendo la misma función que los más caros.
- Taladro: Si te animas con proyectos más ambiciosos, un taladro te abrirá un mundo de posibilidades. Busca uno con diferentes velocidades y brocas para distintos materiales.
Ya te hablamos de 5 taladros con una excelente valoración en Amazon que te recomendábamos en esta blog. Aquí tienes que tener en cuenta un par de particularidades.
Atornillador o percutor o ambas cosas. No todos los taladros sirven para ambas cosas. Un atornillador sirve para meter o sacar tornillos. Un percutor sirve para taladrar y hacer agujeros. Los taladros por encima de los 30 dolares básicos suelen hacer ambas cosas. Los más económicos suelen servir solo como atornillador.
Un taladro atornillador no puedes usarlo como percutor porque la cabeza no martillea la broca. Y sin ese efecto no harás agujeros.
Si puedes invierte un poco más y compra uno que sea inalámbrico. Lo agradecerás.
Consejo esencial: No necesitas comprar las herramientas más caras del mercado. Busca opciones de calidad media que se ajusten a tu presupuesto. Recuerda que, con el tiempo, puedes ir ampliando tu colección según tus necesidades.
Los aliados invisibles:
Pequeños detalles que marcan la diferencia
- Cinta adhesiva: Un rollo de cinta americana puede ser tu mejor amigo para reparaciones temporales o para sujetar cables.
Por si no lo sabes, la cinta americana la inventó el Ejército de los Estados Unidos como una herramienta para que sus soldados pudieran reparar todo tipo de cosas en el campo de batalla. No hay nada que se le parezca. Ningún otro tipo de cinta es tan eficiente.
- Bridas: Perfectas para organizar cables y mantenerlos bajo control. Son muy baratas, así que compra al menos 3 tamaños.
Nunca sabrás para qué usarás las más largas pero te podrían servir para inmovilizar a un ladronzuelo que se te ha colado en casa, por ejemplo. Pero aparte de eso, que esperamos no suceda nunca, son ideales para sujetar muebles entre sí y fijarlos, sin hacer nada. Ni agujeros ni usar tornillos de ni nada de nada.
Las bridas pequeñas son ideales (y las gastarás a puñados) para ese cableado que siempre anda tirado y enrollado. El de la televisión, el de la Play, el del ordenador, las lámparas de mesilla.
- Tornillos y tuercas: Un surtido de diferentes tamaños te permitirá tener siempre a mano lo que necesitas para cualquier reparación.
Aquí te vamos a destacar dos cosas. La primera, compra solo la tornillería y tuercas que vayas necesitando en cada situación. Lo segundo, lo que te sobra almacénalo en bolsitas o en cajas de tornillería plásticas, que salen muy baratas. Con el tiempo agradecerás hasta el infinito y más allá tener ordenado los tornillos que vas acumulando en la caja de herramientas.
En Leroy Merlin y otras grandes superficies como Ikea venden cajas plásticas con tornillería de diversos tamaños. Entre las personas aficionadas al bricolaje hay una enorme discusión sobre si sirven o no. Por un lado es un desperdicio que para 4 tornillos tengas que comprar 50 de diverso tamaño. Por otro lado, si sueles hacer muchos trabajos de bricolaje, tener una caja así a mano puede ayudarte mucho.
Nosotros somos del bando de comprar lo que se necesita en una ferretería de barrio. Es más económico, es más sostenible y respetuoso con el medio y resulta en un consumismo más sensato.
- Clavos: Los clásicos de la carpintería, en diferentes tamaños para distintos trabajos. Prácticamente todo lo que hemos dicho sobre tornillería se aplica en el caso de los clavos.
Pero, con los clavos vamos a insistir aún más en que no compres cajas con clavos de tamaño variado. Porque no todos los clavos sirven para todos. Los hay de madera y de cemento, de hierro y de acero, para pladur y para chapa.
Así que compra solo lo que necesites, cuando lo necesites, en la ferretería del barrio. Y si en vez de usar un clavo puedes poner un tornillo, siempre será preferible.
- Lija: Para eliminar imperfecciones y dejar las superficies lisas antes de pintar o barnizar. Vamos a ver, incluye las lijas si pintar, barnizar o la carpintería forma parte de tu hobby.
Siempre es conveniente lijar una estantería o una mesa al montarla incluso si no la barnizas o pintas, pero al menos le aplicas un protector o un sellador de poros. Para lijar necesitas un sitio donde hacerlo y, además, es conveniente tener un aspirador al lado para recoger lo antes posible el polvo.
E igualmente conveniente es lijar siempre con mascarilla y gafas, aunque al final nadie lo hace. Ese polvo entra en tus pulmones. Que pase una vez puede no ser tan malo. Que sea algo frecuente puede ser preocupante.
- Guantes: Protege tus manos del polvo, la suciedad y los cortes con unos guantes de trabajo cómodos. Los guantes deben ser cómodos, que te permitan trabajar, quedarte ajustados, pero no estrechos (especialmente en la zona entre los dedos).
Hay tantos tipos de guantes como actividades podemos hacer en el bricolaje. Pero algunos, generalmente los económicos, suelen tener un fin genérico. No nos cansaremos nunca de repetir que trabajes con seguridad si le tienes cariño a tus dedos. ¡Haznos caso!
- Gafas de seguridad: Imprescindibles para proteger tus ojos cuando trabajes con herramientas que puedan generar polvo o virutas.
Al igual que los guantes, si le tienes cariño a tus ojos o a tus gafas, usa gafas de seguridad, al menos en aquellas actividades donde el polvo, virutas o esquirlas van a formar parte del ecosistema vivo donde estás trabajando, porque volarán para todos lados.
Consejo esencial: No olvides mantener tu caja de herramientas organizada. Cada herramienta debe tener su lugar para que puedas encontrarla fácilmente cuando la necesites.
Herramientas opcionales para los más aventureros:
Si te sientes con ganas de explorar nuevos retos, puedes añadir a tu caja de herramientas:
- Serrucho: Para cortar madera, PVC o otros materiales.
Ojo, porque como con los destornilladores, hay diferentes para diferentes usos, aunque algunos (especialmente los de sierra intercambiable) pueden ser los más indicados porque los puedes usar con distintos materiales. Generalmente una hoja de sierra que corta materiales más duros cortará materiales más blandos, aunque a riesgo de estropearlos o dejar un corte sucio.
- Cúter: Un multiuso para cortes rápidos y precisos.
Aquí, mucho cuidado con tus dedos al usarlo. Son ideales para múltiples usos. Solo necesitas un buen cúter. Posiblemente será una de las cosas que más uses en el día a día para resolver pequeños entuertos y situaciones en el hogar.
- Pelacables: Para pelar cables eléctricos de forma segura.
Con los alicates te deberías de resolver, incluso con el cúter. Pero un pelacables es otro nivel. Si sueles trabajar bastante con la electricidad entonces, sin duda alguna, es uno de los indispensables en tu caja de herramientas básica y barata.
- Martillo de goma: Para trabajos que requieren golpes más precisos y menos agresivos.
No es que lo vayas a usar mucho pero en ocasiones es muy conveniente, sobre todo cuando quieres llevar madera a su sitio con algunos golpes pero no quieres estropear la madera que queda a la vista.
- Nivel láser: Para una mayor precisión al nivelar objetos o superficies.
Este es un accesorio muy profesional, es cierto, pero sus precios han bajado bastante (échales un ojo en Amazon) y si eres un maniático empedernido del perfeccionismo usar uno nivel láser pondrá tus obras a otro nivel, nunca mejor dicho. Un nivel manual nunca alcanzará la perfección milimétrica de un nivel láser.
Consejo esencial: Antes de comprar una herramienta, pregúntate si realmente la necesitas. Recuerda que el espacio en tu caja de herramientas es limitado.
Recuerda: Lo más importante es tener las herramientas básicas en buen estado y saber cómo usarlas de forma segura.
Con un poco de práctica, podrás convertirte en un experto en bricolaje y solucionar cualquier problema que se te presente.
¡Adelante, valiente bricolador!
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